Seis años en los que no ha faltado ni un sólo día en demostrarme su cariño, siempre la tengo rondando a mi lado y permanece en silencio esperando.
Fiel, como sólo los animales saben ser, obediente, alegre, inteligente y sensible. Se deja querer y le encanta jugar.
¿Y por qué cuento todo esto? porque descubrí el siguiente vídeo que me hizo pasar un buen rato y me dije... que quizás también os guste verlo.
No penséis que es Gina no, ella no ha nacido para bailarina pero pensándolo bien...
Me voy que ¡ejem! tengo que ensayar unos pasos.
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